
¿Alguna vez te has preguntado qué comían nuestros antepasados hace miles de años? Pues prepárate, porque vamos a descubrir los secretos de la alimentación en la antigua Mesopotamia, considerada la cuna de la civilización y la dieta más antigua de la que tenemos registro
Y te aseguro que te vas a sorprender, porque además de ser deliciosa, ¡nos deja unas cuantas lecciones que podemos aplicar hoy en día!
Como señala el estudio de Al-Rawi (2018) sobre la alimentación en la antigua Mesopotamia, su dieta se basaba en alimentos que podían cultivarse y conservarse fácilmente, lo que les permitía mantener una alimentación equilibrada durante todo el año.
Así como lo oyes, ¡la cerveza era un alimento básico en la antigua Mesopotamia! Obviamente, no era como la que te tomas con tus amigos los viernes, pero era una fuente importante de nutrientes y energía. Imagínate, cerveza para el desayuno, el almuerzo y la cena.
Los cereales, como la cebada y el trigo, eran la base de su alimentación. Con ellos hacían panes, tortas y gachas,
Las legumbres, como lentejas, garbanzos y habas, también eran muy importantes. Aportaban proteínas y fibra, así que eran como el «superfood» de la época.
La combinación de cereales y legumbres proporcionaba una fuente completa de proteínas, similar a lo que vemos en muchas dietas tradicionales alrededor del mundo, como destaca Crawford (2013) en su libro sobre la arqueología de la alimentación en el mundo antiguo.

Aunque la carne no era lo más común, los mesopotámicos cultivaban una gran variedad de verduras y frutas. Cebollas, ajos, puerros, pepinos, lechugas… ¡de todo un poco! Y para postre, dátiles, higos, uvas y manzanas.
Los dátiles, en particular, eran una fuente importante de energía y fibra, y se conservaban fácilmente para su consumo durante todo el año, como se menciona en The Cambridge Ancient History (Bottero, 2004).
También consumían aceite de sésamo, leche, queso y especias como el comino, el cilantro y el azafrán. ¡Puro sabor! ️
La alimentación de nuestros antepasados mesopotámicos nos enseña un par de cositas interesantes:
Si quieres probar la dieta mesopotámica en el siglo XXI, aquí te dejo algunos tips, basados en recomendaciones de organizaciones como la FAO y estudios como el de la Comisión EAT-Lancet:
Al adoptar estos principios inspirados en la alimentación de la antigua Mesopotamia, podemos mejorar nuestra salud y contribuir a un sistema alimentario más sostenible, tal y como se cuenta en el informe de la FAO sobre el estado de la alimentación y la agricultura (2022) y en el estudio de Willett et al. (2019) sobre dietas saludables y sostenibles.
Así que ya sabes. Si quieres comer rico, sano y sostenible, la dieta mesopotámica es tu mejor opción
¿Quieres saber más sobre la fascinante historia de la antigua Mesopotamia?
No te pierdas mi libro, El Sueño de Enki, donde te sumergirás en un mundo de dioses, héroes y civilizaciones perdidas
Descubre los secretos de la antigua Mesopotamia y su legado para el presente